Es el gran reto de la medicina regenerativa, llamada a suministrar
órganos para trasplantes en el futuro.
El último desafío superado ha sido la creación de un riñón
artificial para ratones capaz de filtrar la sangre y producir orina.
El hallazgo, publicado
en Nature Medicine, ha sido realizado por investigadores del Hospital de
Massachussets, que lo trasplantaron luego con éxito a un ratón.
Su función
general no era tan buena como la de un órgano sano, pero la mejoría fue notable.
«El perfeccionamiento de la técnica nos ayudará a lograr riñones de
bioingeniería que algún día serán capaces de sustituir completamente la función
renal», explicó Harald Ott, el investigador principal.